El chico y la garza – Análisis

El Studio Ghibli es la compañía responsable de que la animación japonesa, más allá del género shonen, haya trascendido fronteras. La mayoría de sus cintas tienen un aroma agridulce y un punto lacrimógeno. Consiguen, al menos en mi caso, generar una ilusión de nostalgia pese a estar viéndolas por primera vez. Con más razón, así ha sido en la película que analizaré (y recomiendo) en este post.

El chico y la garza (2023) es la última obra de Hayao Miyazaki, recientemente disponible en Netflix. Con ella anuncia su retiro de la gran pantalla. Del mismo modo que Martin Scorsese hizo con El irlandés, el director nipón homenajea a toda su filmografía en esta cinta obligatoria para los fans de la animación oriental. La historia tiene lugar en la Japón de los años 40. Empieza con el protagonista, un niño que acaba de perder a su madre en un incendio, siendo trasladado a un orfanato.

El punto de inflexión comienza cuando una garza de los jardines que rodean el edificio, con capacidad para hablar, le dice al joven que su madre sigue viva. Desconfiado pero esperanzado, decide salir en su búsqueda hasta un edificio abandonado repleto de leyendas y mitos. Justo ahí empieza la verdadera historia. El joven poco a poco irá descubriendo todos los secretos y misterios que se ocultan en el bosque que rodea el orfanato. Fantasía, nostalgia, aventura, valentía y mucho, pero que mucho realismo mágico, confeccionan este onírico viaje del héroe.

Si bien puede no colocar (por muy poco) en el mismo escalón que El viaje de Chihiro, La princesa Mononoke o El castillo ambulante, está repleta de referencias a ellas. Al igual que se pueden encontrar detalles que recuerdan a otras obras como Ponyo en el acantilado o El castillo en el cielo. Sin embargo, estos elementos comunes no se perciben como vaguedad, sino que están perfectamente integrados de forma orgánica en una obra totalmente distinta. La sensación es de que Miyazaki quiere dejarnos una última pincelada de su cine, un homenaje tanto a su arte como a aquellos que lo disfrutamos.

Como es habitual en el cine Ghibli, el protagonista avanza con valor en un mundo fantástico totalmente desconocido, dejando otro interesantísimo desarrollo de personaje. No solo tiene que combatir contra los antagonistas, sino con el sentimiento de pérdida, la desesperanza y la necesidad de dejar atrás su niñez y madurar antes de tiempo. Todo ello está representado con una calidez y una delicadeza exquisitas.

En general, todos los elementos, ya sean estéticos, narrativos, sonoros o estilísticos funcionan al unísono componiendo una hermosa melodía. El réquiem de un hombre que sabe que ha dejado una huella imborrable en la historia del séptimo arte. Solo queda darle las gracias a Hayao Miyazaki por dejar que sus historias hayan formado parte de nuestras vidas.

Ficha de El chico y la garza en Filmaffinity.

1 comentario en “El chico y la garza – Análisis”

  1. Pingback: Mis películas de animación favoritas - cuatrotercios.blog

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *