Es indiscutible que en los últimos años, o incluso décadas, el cine de superhéroes es de los géneros más rentables. Sin embargo, gigantes de la industria como DC o, especialmente, Marvel, han construido un ecosistema entero de largometrajes. A pesar de tener gran éxito en taquilla, son muchas las críticas que dicen que la calidad de estas cintas se basa únicamente en el CGI, que cada vez son menos originales o que no representan adecuadamente las historias reflejadas en los cómics. Una de las principales voces en juzgar este subgénero es nada más y nada menos que Alan Moore. El famoso escritor de cómics como Watchmen o V de Vendetta ha publicado críticas severas de todo tipo.
Sin embargo, si eres de esas personas que no tienen nada en contra del género pero están hartas de que sea necesario ver varias películas o series para poder entender en su contexto un nuevo estreno, o simplemente les resulta monótono, traigo seis propuestas que no están ligadas a ninguna de las dos empresas principales y cada una de ellas tiene algo especial.
Hancock (2008)
Encabezando la lista, probablemente la más conocida de todas, pero no por ello hay que dejarla de lado. Hancock, protagonizada por el polifacético Will Smith, nos presenta la vida de un superhéroe que se sale bastante de la norma. No se trata de una figura modelo, ni de un ejemplo. Es más bien un héroe atormentado, que a lo largo de la cinta lucha no solo contra el mal, sino contra sí mismo, tratando de convertirse en el salvador que Los Ángeles necesita.
Ficha de Hancock en Filmaffinity.
Chronicle (2012)
En mi opinión, una de las más interesantes del post. Ya se desmarca de la mayoría por tratarse de una cinta independiente. Además, explora un subgénero que normalmente solo se ve asociado al cine de terror: el found footage. Es decir, lo que vemos en pantalla simula ser un metraje encontrado, y los cámaras son los propios protagonistas (como en, por ejemplo, las versiones de El proyecto de la bruja de Blair). Por su parte, el guion vuelve a ofrecer una perspectiva distinta y menos idealizada: tres jóvenes adquieren poderes, pero, en este caso, son corrompidos por la tentación y deben enfrentarse a las consecuencias.
Ficha de Chronicle en Filmaffinity.
Kick-Ass (2010)
El reputado director y guionista Matthew Vaughn lanzó en 2010 su primera adaptación del dibujante de comics Mark Millar. Si bien su fama se debe más a películas como Stardust (2007) o a sus aportaciones a las sagas de X-Men y Kingsman, en 2010 nos ofrecía una comedia (a veces negra, a veces absurda) sobre un estudiante fan de los superhéroes que fantasea con convertirse en uno. Sin embargo, ese afán y una serie de torpes casualidades le llevarán a enfrentarse a un mal que le queda demasiado grande. Probablemente, el largometraje de la lista más adecuado para espectadores que no sean fans de esta clase de cine junto a la siguiente. De hecho, tuvo tanto éxito en taquilla que obtuvo una secuela tres años después.
Ficha de Kick-Ass en Filmaffinity.
Super (2010)
De forma muy similar a Matthew Vaughn con Kick-Ass, James Gunn lanzaba también en 2010 su propuesta independiente del cine del género antes de subirse al carro Hollywoodiense con Guardianes de la Galaxia o El Escuadrón Suicida (2021). Al igual que en la anterior, un hombre corriente trata de convertirse en un superhéroe, sin tener ninguna habilidad especial, para salvar a su esposa. A pesar de recibir críticas de todo tipo, ya que la película es prácticamente una parodia de sí misma, ya es considerada por muchos cine de culto y tiene una reputación que mejora con los años y con el devenir del género. Como digo, muy similar a Kick-Ass en su premisa, pero con un tinte más adulto escondido detrás de las capas de comedia.
Ficha de Super en Filmaffinity.
Unbreakable (2000-2019)
Esta mención puede sorprender a muchas personas. Al menos, me ha ocurrido hablándolo con otros aficionadas al cine. Múltiple, la famosa película de 2016 con un excelente papel de James McAvoy poniéndose en la piel de un psicópata con personalidad múltiple (de ahí el título) no es una cinta independiente. Se trata, de hecho, de una secuela de El protegido, película del año 2000 protagonizada por nada más y nada menos que Bruce Willis. Aunque no sea necesario haber visto la primera para entender la mayoría de la segunda, sí lo es para el guiño del final. En este se nos da a entender que el villano que nos acaban de presentar va a enfrentarse al héroe que conocimos dieciséis años antes. Si bien es normal la confusión, dado que Múltiple en sí misma se presenta como un thriller de acción o incluso de terror, no deja de formar parte de una trilogía de superhéroes que se cerraría con Cristal, lanzada en 2019. Si bien Shyamalan, conocido por dirigir El sexto sentido (1999) o Señales (2002) recibió cierto criticismo por tontear con el cine de superhéroes (el cual no está demasiado bien visto por la gente de la industria, al parecer), nos dejó una trilogía realmente interesante.
Ficha de la trilogía Unbreakable en Filmaffinity.
Hardcore Henry (2015)
Para finalizar, me gustaría mencionar una película que quizás no esté tan estrictamente relacionada con el subgénero del artículo como las demás de la lista, pero merece la pena incluirla y recomendarla de todos modos. Hardcore Henry es un largometraje ruso que tiene lugar en una Moscú de un futuro cercano. El protagonista despierta sin recordar nada, convertido en un cyborg y con la clara misión de saber qué ha ocurrido con su esposa para conseguir salvarla. Lo más llamativo de ella son sus escenas de acción. Sin embargo, no puede no destacarse su capacidad de inmersión. Más que nunca, el espectador y el protagonista se enteran de lo que ocurre realmente al mismo tiempo. En este caso, mediante flashbacks o recuerdos. Pero, sin lugar a dudas, lo que la hace brillar es el hecho de que está íntegramente rodada en primera persona. Factor que, como puro ejercicio técnico, ya hace que merezca la pena su visionado.
Ficha de Hardcore Henry en Filmaffinity.